Hola Amantes de la lectura!
Como lo prometí ayer, hoy estoy de vuelta con una nueva entrada, bastante diferente a lo que he publicado hasta hoy, y que trata de un tema que en el 2015 resultó un poco candente y levantó pasiones en algunas de las redes sociales más conocidas, incluyendo por supuesto Blogger.
Al igual que como he venido haciendo, les dejo lo que preparé en su momento y me limitaré a transcribir textualmente la entrada.
Hace un tiempo que les comenté que me encontraba entusiasmada y decidida con la idea de montar una entrada bastante especial, al menos para mí, y cuya iniciativa nació gracias a los comentarios y entradas que han estado pululando en la red sobre la necesidad o no de que los escritores deben por obligación estar ¿Calificados? ¿Preparados? para ejercer como tales, y esto en especial cuando al género femenino se refiere. Es una consideración que respeto pero que simplemente no comparto puesto que la vida me ha demostrado que esto es totalmente falso.
A lo largo de la historia nos hemos encontrado con obras de cuyos autores quizás algunos desconocemos un poco, porque probablemente no sentimos la curiosidad o el deseo de involúcranos con su historia personal ya que simple y llanamente nos interesa disfrutar de sus obras y es algo perfectamente respetable también, sin embargo, lanzarnos a evaluar hechos y situaciones sin la respectiva y necesaria indagación de los mismos en ocasiones conlleva a establecer criterios carentes de base y más bien demasiado subjetivistas, surgidos de una creciente insatisfacción o negación de la realidad. Y para mostrar nuestro desacuerdo con la realidad existente, realizamos proclamas, como ya mencioné, carentes de lógica o totalmente infundadas.
Tal parece que el fenómeno de la autopublicación, en especial el éxito que se está suscitando con el género romántico, no así con otros géneros con los cuales algunos de estos lectores parecen no demostrar su inconformidad o recelo, como prefieran llamarlo, ya que en su mayoría también están a cargo de la pluma de una mujer, está levantando ciertas suspicacias.
Tal es así que algunos blogueros – eso sí, del género masculino – se han estado dando a la tarea de satirizar y criticar enérgicamente los contenidos de éstas obras así como a sus autoras, al igual que con muchas de las blogueras que por lo general son ávidas lectoras del género y que de alguna manera han estado contribuyendo, como no, al auge de la narrativa romántica, a la cual muchos, incluyendo autores de otros géneros han categorizado (a éste auge de la novela romántica) como un fenómeno pasajero y en ciertos casos mediocre.
Ahora bien, lamentablemente, y digo lamentable para quienes exteriorizan cierta aberración a la narrativa romántica y en especial a la erótica, esto parece picar y extenderse, ya no sólo al ámbito literario sino que también al séptimo arte o incluso la Tv, a lo cual se suma un gran número de autores masculinos, quienes no se te atrevían antes - bueno, es claro que existe un grupo reducido de ellos que sí – a desarrollar sus escritos inspirados en el género en cuestión, pero muy sagazmente se han percatado de que las principales consumidoras, es decir, las mujeres, porque digo de nuevo, “lamentablemente “los lectores del género masculino van mermando de forma considerable - y algunos dirán que se debe a todo éste boom de las novelas eróticas, pero no, también pululan en las estanterías obras de muchísimos géneros, que nosotras también devoramos con la misma avidez eso sí - pero bueno, para no seguir divagando, diré que el género romántico en todas sus versiones parece haber llegado para quedarse por bastante tiempo y seguir rompiendo records en cuanto a número de Best Sellers publicados, por mujeres claro está y que bueno, muy a pesar de las consignas que como dije, cada día pululan y se extienden con gran rapidez, en algunos casos, a manos de misóginos desesperados o de otros que intentan generar controversia para obtener unos cuantos momentos de fama. Respetable su opinión, lo es, lo que no es ni mucho menos admirable son las maneras que éstas personas emplean para dar a conocer y hacer valer sus opiniones, descalificando a los demás, al punto de ridiculizarlas públicamente y menos autoproclamándose no sé, los Tolkiens del Nuevo Milenio será.
Pero bueno, dejando atrás todas esas parrafadas, me dedicaré a exponerles sobre algunos autores, hoy la primera es mujer, por supuesto, quienes a pesar de sus circunstancias personales e incluso históricas, lograron labrarse un camino y dedicarse a la que considero yo una de las más nobles profesiones o artes, la del escritor.