Hola Amantes de la lectura!
Como les expliqué ayer, he tomado éste fin de semana para compartirles los tres últimos capítulos publicados en la plataforma Wattpad de Historia de Dos Amantes, ya que en ella puedo publicar los tres de una vez y cada quien lo lee según le apetezca y como para no cargar la entrada, lo estoy haciendo de a poco, así también publico la semana completita, cosa que es muy rara en éste blog, mea culpa! jajaja.
No quiero extenderme demasiado, aquí se los dejo:
Capítulo 8
La Tormenta Imperfecta
Como esperaba, su madre se encontraba charlando
con un grupo de invitados y entre ellos pudo divisar a Stella, su ex novia de
juventud. Su madre nunca pudo aceptar su separación y cada vez que podía la
invitaba a cualquier evento donde pudiera reencontrarlos.
—¿Madre? —
La llamó muy suave y estoicamente.
—¡Querido!
¡Mira, que agradable sorpresa! —indicó su madre señalándole a Stella.
—Stella —saludó deferentemente. La tomó de la
cintura, la acercó y le obsequió un casto beso en la mejilla—. Te ves muy
hermosa, como siempre —dijo con una amable sonrisa.
—Gracias Charles —respondió ella, una leve
sonrisa dibujada en su rostro, una elegante y ligera sonrisa, muy a su estilo.
Stella era una mujer de belleza clásica y serena,
elegante, muy Grace Kelly. Ojos azules, facciones finas, boca hermosamente
concebida y de gracias y estilo impresionantes. Pero su personalidad
contrastaba con su figura grácil, era una mujer distante y fría, su
temperamento distaba de ser dócil y dulce, era más bien altiva y orgullosa.
—Si me disculpan. — Se dirigió Charles al
resto del grupo—. Debo robarme a mi madre antes de que inicie el concierto. — Se
disculpó haciendo una especie de reverencia y tomando del brazo a su madre,
entrelazándolo con el suyo.
—¡Oh!
Perdonen la falta de decoro de mi querido hijo, pero ustedes entienden, la
juventud y su uso desenfrenado del tiempo.
—No quiero ser descortés madre. — Se disculpó
nuevamente—. Pero tenemos algunos compromisos que atender.
—Bien, si me disculpan. Te veo más tarde
Stella, Jhon, Franklin.
—No te preocupes Margareth, entendemos
perfectamente ¿Cierto, caballeros? —respondió Stella imperturbable.
Charles y su madre hicieron una pequeña reverencia
y se marcharon. Cuando llegaron a la sala, Margareth Manners no pudo contener
su malestar ante la acritud de su hijo con respecto a su ex nuera.
—No puedo creer Charles lo insensible que te
muestras a veces. — Le recriminó.
—Madre, perdona, pero con todo el respeto no
es tu asunto y eso terminó hace mucho tiempo.
—Sí, y
desde entonces no me has dado más que dolores de cabeza ¿Cuándo piensas
asentarte y echar raíces hijo?
—Madre, no es momento, por favor entra que
tenemos asuntos que atender.
Al entrar al salón Charles procedió a
presentarlas.
—Margareth, estas son las señoritas Foster y
Williams, de la revista que te mencioné y quieren hacernos unas breves
preguntas acerca del evento, he pensado que quizás podrían tomarnos unas fotos
y otras al lugar, a algunos invitados, pero sólo en líneas generales, no
queremos causar demasiado alboroto.
—Por supuesto hijo —respondió Margareth
palmeando la mano de su hijo—. Señoritas, como ya les mencionó mi encantador
hijo, mi nombre es Margareth Manners, sean bienvenidas y gracias por su
asistencia ésta noche ¿Por dónde comenzamos?
—Creo
que Hella, la señorita Foster. — Comenzó Charlotte—. Debería tomar unas fotos
de ambos y luego iniciaré con la ronda de preguntas ¿Les parece?
—Totalmente de acuerdo —indicó Charles,
pensando en que esto le daría tiempo para conversar a solas con Hella unos
minutos, mientras dejaba a cargo de su madre el desarrollo de la entrevista.
A Hella sólo le tomó unos pocos minutos poner a
punto el equipo, cuando estuvo lista les pidió que se juntaran a un lado del
salón y luego les tomó algunas fotos por separado. Cuando le correspondió el
turno a Charles, éste le pidió a su madre y Charlotte que iniciaran la
entrevista con el fin de ahorrar unos minutos, ya que el concierto de cámara
comenzaría en unos treinta minutos. Hella se sentía intimidada al tener que
concentrarse y enfocarse directamente en él, continuaba haciéndola sentir
insegura y tímida, por lo que se mostraba muy huraña ante su persona, era casi
inevitable. Cuando Charles intentaba iniciar una conversación ella parecía
hacer lo posible por evadirlo, concentrándose en ajustar una y otra vez el
equipo.
Por su parte Charlotte procedió a realizar las
preguntas de rigor, todas relacionadas con la naturaleza y fin del evento, su
organización, las personas e instituciones involucradas y las obras de arte
expuestas. Cuando finalizaron se dieron las manos, Margareth se despidió y
Charles condujo a su madre a la puerta, a fin de que ésta dispusiera todo con
el fin de dar comienzo al concierto. Charles se dio la vuelta y regresó al
salón, dirigiéndose a sus invitadas.
—Charles,
no puedo más que agradecerle nuevamente, de no ser por su invitación nuestro
artículo habría resultado un desastre. Su madre es tan encantadora como usted
¿No es así Hella? —dijo Charlotte entre dientes. Hella parecía distraída,
mirando sus manos, sumida en sus pensamientos—. Hella ¿Me escuchas? — Continuó
Charlotte.
— Por supuesto. — Se aclaró la garganta—.
Gracias por todo nuevamente señor Manners, de no ser por usted y por Vivian por
supuesto, que sirvió de alguna manera de intermediario, esto no habría podido
suceder. — Lo miró de soslayo, ya que no pudo mantenerle la mirada, «cielos, el hombre parecía observarla
tan intensamente», eso la exasperaba, la dejaba
nerviosa y torpe. Charles le devolvió una triunfante y cautivadora sonrisa,
quizás al notar el efecto que producía en ella. En ese momento estuvo seguro
que ella no era tan inmune a él como pensaba, que tenía el mismo efecto que
ella en él, aunque podía mostrarse indiferente y seguro, mientras que ella por
momentos parecía un manojo de nervios y otros actuaba hosca e irascible.
—Es un
honor para mí servirles, pero la noche aún no termina, supongo que necesitan
unas fotos del salón principal y los invitados, por favor acompáñenme, dentro
de poco dará comienzo el concierto.
Los tres salieron, Charles las acompañó
personalmente a sus asientos, se despidió cortésmente y se dirigió a su asiento
en la primera fila, deseaba haber organizado el orden y ubicarlas en una zona
más cercana, sin embargo, su madre y la asistente de ésta no le permitieron más
que acomodarlas a dos filas detrás. No pudo evitar rodar los ojos al percatarse
del plan de su madre, quien lo colocó en medio de ella y Stella. Suspiró con
resignación y tomó su asiento finalmente. Pocos minutos después la pequeña
orquesta de cámara ofrecía sus primeros acordes.
Alguien le pasó a Hella y Charlotte el programa de
la noche, Charlotte no parecía muy entusiasmada ya que no era muy seguidora de
la música académica. Hella por su parte, y gracias a la educación que siempre
le prodigó su querida abuela Harriet, quien solía llevarla incluso a la ópera,
disfrutaba enormemente de éste tipo de eventos. Observó detenidamente el
contenido de la programación:
GALA
ANUAL FUNDACIÓN MANNERS Y AMIGOS
LUCHA
CONTRA EL CÁNCER INFANTIL
CONCIERTO
DE CÁMARA A CARGO DE LA ORQUESTA “ALLEGRO”
PROGRAMACIÓN:
1. TRÍO PARA FLAUTA, VIOLONCELLO Y PIANO EN SOL
MAYOR HOB.XV:15 (J. JHAYDN)
2. DIVERTIMENTO PARA PIANO, VIOLÍN Y VIOLONCHELO
EN SI MAYOR, KV 254 (W.A. MOZART)
3. TRÍO CON PIANO N.º 2 EN SI MAYOR, KV 502 (W.A. MOZART)
4. SUITE (1919): IV: TANGO - VALSE (TRIOS PARA
CLARINETE, VIOLIN Y PIANO) - L HISTOIRE DU SOLDAT (I. STRAVINSKY)
5. SONATA KV
526, A - MAJOR, MOLTO ALLEGRO (W. A. MOZART)
6. PIANO TRIO.
5 IN D MAJOR, OP. 70/1, "GHOST ": II. LARGO
(ASSAI-ED-ESPRESSIVO) (L.V. BEETHOVEN)
7. PIANO TRÍO Nº 1. OP 8: SHERZO, ALLEGRO MOLTO
(J. BRAHMS)
8. TRIO IN B - FLAT MAJOR, OP. 11 – ALLEGRETTO
(PARA PIANO, VIOLÍN, VIOLONCHELO, Y CLARINETE) – (L.V. BEETHOVEN)
9. PIANO CONCIERTO Nº 2 ADAGIO SOSTENUTO (S.
RACHMANINOFF)
****
En medio de la presentación Hella se distrajo para
observar detenidamente a su alrededor y específicamente en dirección a Charles,
él se había sentado en medio de su madre y una dama muy elegante y hermosa, en
ese preciso instante ella colocaba su mano encima de la de él, éste la tomaba y
le besaba los nudillos, luego le devolvía su mano al regazo de ésta, ella se
revolvió de forma leve en la silla, por lo visto un gesto de incomodidad o
molestia, pero Charles pareció ignorarlo, dedicándose por entero al espectáculo
frente a él. Hella frunció el ceño, luego observó de soslayo a Charlotte quien
parecía más bien a punto de dormir de aburrimiento. Cuando finalmente llegaron
a la pieza de Rachmaninoff, el concierto dio por terminado, todos se levantaron
y brindaron una sonora ovación, mientras Charles y su madre daban la mano a
cada uno de los intérpretes y se detenía especialmente ante el pianista.
Cuando en definitiva la gente comenzó a
dispersarse, a saludar y felicitar a sus anfitriones, Hella se disculpó con
Charlotte y empezó a recorrer la sala, sonriendo a los invitados, quienes
aceptaban de buena gana que les tomara una foto, luego se concentró en algunas
obras y unos veinte minutos después Charlotte la interrumpió.
—Hella, aquí estas, Scott acaba de llamar, ya
son pasadas las once y viene por mí.
—Bien, entonces marchémonos, yo tomaré un
taxi.
—¿Estás segura? Creo que podemos pasar a
dejarte y luego continuar nuestro camino.
—No te preocupes, de verdad, estoy segura de
que encontraré un taxi, si tan sólo logro llegar a unas calles de aquí, porque
de seguro afuera debe estar todo hecho un caos. — Sonrió y suspiró levemente.
—Deberíamos despedirnos al menos del señor
Manners ¿no crees?
—Quizás, pero debe estar abrumado con tanta
gente ahora, quizás mejor nos marchamos, ven. — La tomó del brazo y se
dispusieron a salir, fueron por sus abrigos y salieron a la noche, que resultó
inclementemente fría.
—Hella,
me parece que va a llover, insisto en que vengas con nosotros —dijo Charlotte, insegura
e inquieta—. Scott va a molestarse conmigo de seguro por dejarte abandonada.
—No seas tontita —respondió con tono
despreocupado—. Ya te dije que a unas calles de aquí puedo encontrar un taxi.
—¿De verdad? Parece que fuera a diluviar. — Añadió
ahora si visiblemente intranquila.
—Bien,
si no te marchas creo que no me dará mucho tiempo.
—Está bien, llámame mañana entonces ¿Quieres?
O mejor hazlo apenas llegues al departamento.
—Seguro Charlotte, ahora ve. — Se abrazaron y
besaron en la mejilla y cada una siguió una dirección diferente.
Hella apenas pudo caminar unas dos cuadras, todo
se veía solitario y aislado allí, de pronto se sintió un poco insegura y el
miedo la invadió, como si no pudiera empeorar su noche, la lluvia comenzó a
caer y los zapatos que ya le dificultaban su caminar se hicieron resbaladizos y
más incómodos, así que optó por refugiarse bajo el pórtico de un edificio,
mientras amainaba la lluvia, todo parecía oscuro y desolado, sintió un pequeño
escalofrío de miedo y rogaba porque alguien arriba en el cielo le enviase un
medio de transporte lo más rápido posible.
Espero no les haya parecido muy pesado, supongo que quiero mostrar un grado de sofisticación que es muy difícil de manifestar, quizás es mi idea idílica, espero que la historia vaya tomando más forma de aquí en adelante. Qué les pareció?
No sé si me animaré a leerla, puede que sí, pero ya tengo bastantes novelas de Wattpad listas para leer... No creo que pueda leerlas todas! Un beso
ResponderBorrarHola Almu! Ya sé que te gustan ciertos géneros, pero si alguna vez te animas pues espero que te guste un poquito.
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